viernes, 23 de enero de 2009
¿quienes eran los celtas?
La cultura y mitología celtas son difíciles de conocer en profundidad, puesto que todos los conocimientos eran transmitidos oralmente. Para los celtas las palabras escritas eran palabras muertas. No obstante, gracias a la introducción del latín, se recopilaron sus tradiciones orales.La palabra “celta” proviene del griego en plural KELTOI que significa gran familia. Tal como los describían los griegos los celtas vivían en grandes grupos llamados clanes y aunque no tuvieron una unidad política o racial, si compartían creencias religiosas una organización y un idioma común.
Hay evidencia de la existencia de este pueblo desde el siglo XX A.C. Sus orígenes no están del todo claros, pero si se puede asegurar que la huella de sus andanzas se extienden por toda Europa. Una de las teorías mas aceptadas es que sus ancestros eran indoeuropeos, sin embargo, también se cree que sus raíces son germánico nórdicas.
Eran valientes guerreros, grandes agricultores y trabajadores del metal, además de poseer un variado folclor.
Por cientos de años recorrieron Europa, hasta que fueron sometidos por los romanos, quienes los llamaron “bárbaros” por su ferocidad guerrera y sus particulares costumbres. Sin embargo estos “bárbaros” contribuyeron a darle una sólida unidad cultural al viejo continente.
La esencia de la cultura celta se centra en la naturaleza y la magia. La mayor autoridad eran los Druidas, sacerdotes, sabios, jueces, poetas y músicos… eran el centro de la sociedad, muy venerados y respetados.
Vivian la magia no como un aspecto religioso, sino que la aplicaban a los sucesos diarios habituales, hacia los elementos de la naturaleza, rallos, arroyos, pájaros y otros animales, y en especial los Árboles eran motivo de ofrendas. Para ellos los dioses estaban en todas partes, y todo estaba provisto de vida. El templo de los celtas era el bosque. Y un claro suficientemente ancho, su lugar de ceremonias. El culto se oficiaba por la noche, a la luz de la luna, y los ritos mas importantes estaban relacionados con los cambios estacionales, es decir los solsticios, equinoccios, las épocas de cosecha y siembra.
Los celtas fueron victimas de la conquista de Julio César en el siglo I A.C.(Galia, actual Francia)
Aunque se dice que fueron extintos por los romanos y luego el cristianismo, los secretos druídicos jamás se han perdido, solo hay que saber donde encontrarlos. Han permanecido ocultos a la espera de volver a revelarse a quien los busque con sinceridad.
Sin duda son hechos que la historia no cuenta, y mientras exista una fuerza que nos una… permanecerán vivos…
Hoy la cultura celta vive con fuerza y con orgullo, y su movimiento se extiende por todo el mundo…Llegando hasta estas tierras lejanas, Para alimentar nuestras vidas de su sabiduría y alegría.
Ser celta no depende de tu raza, ni del sitio donde has nacido. Es una forma de vida, de sentir la fuerza vital que hay en cada uno de nosotros...
escrito:Marcelo Díaz.
http://kuwalden.blogspot.com
http://www.libreopinion.com/
historia_celta/vestiyarmas1.htm
(imágenes celtas)
¿cómo eran los celtas?
Los celtas eran entusiastas degustadores de los placeres de la buena mesa. El vino era la bebida de las clases más altas pero el pueblo tomaba corma, que era cerveza de trigo mezclada con miel, muy utilizada en los banquetes, los cuales eran muy frecuentes en tiempos de paz. En estos festines los bardos tocaban sus liras y cantaban canciones sobre trágicos amores y héroes muertos en combate. Para comer utilizaban los dedos y ocasionalmente se acompañaban de un puñal para los trozos de carne difíciles de cortar. Su comida típica incluía cerdo cocido, buey, vaca y jabalí, todo ello acompañado con miel, queso, mantequilla y, por supuesto, corma –cerveza- y un buen vino.
También eran muy aficionados a un juego de mesa llamado fidchell, parecido al ajedrez, aunque se jugaba con estacas. Admiraban la artesanía experta y las hazañas intelectuales –sobre todo cuando se exhibía una prodigiosa memoria-. Tenían el ideal de una sociedad heroica, pero vivieron como prósperos ganaderos y agricultores, ocupados a menudo en el robo de ganado.
En general, como principal característica de su aspecto físico, eran altos de cabellos castaños y ojos grises. La barba larga era común, al igual que los bigotes espesos y caídos. Las mujeres trenzaban sus largos cabellos y a veces lo recogían en complicados peinados, eran generalmente aficionadas en exceso a los adornos, utilizaban collares, brazaletes y pequeñas campanas que cosían en los bordes de sus túnicas. También llevaban capas con dibujos de rayas o cuadros de brillantes colores, quienes tenían mayores recursos las usaban con bordados de oro y plata. Los hombres utilizaban un collar en el cuello llamado torques, que de acuerdo al status social era de bronce, plata u oro.
Se cuidaban en su apariencia ya que la obesidad era algo repugnante para los celtas. "Tratan de no engordar ni de ponerse panzudos", escribió el griego Estrabón, "y ningún joven es perfecto si excede la longitud fijada del cinturón.
Habitaban en aldeas situadas en zonas elevadas para facilitar su defensa en caso de ataque, y se denominaron castros, que los romanos llamaron oppida u oppidum. Estos asentamientos estaban fortificados con paredes macizas de tierra, trabadas interiormente con soportes de madera, y con su parte exterior rodeada por un foso. En el interior se construían chozas adosadas a la muralla, lo cual les proporcionaba una mayor solidez. Las casas generalmente eran de forma circular y se hallaban dispuestas sin ningún orden establecido en la ciudad. Además efectuaban numerosas construcciones de carácter religioso fuera de los límites de los castros y en torno a la naturaleza, por ello vivían muy en contacto con ella. Estos monumentos eran llamados Dólmenes, Menhires, Trilitos, construidos sobre piedra, terminados sobre dos columnas y una piedra grande en forma horizontal que le daba terminación.
Eran un pueblo guerrero por naturaleza, capaces de luchar de manera muy ruda unos contra otros por un insulto o por el simple placer del combate. Las mujeres eran tan belicosas como sus maridos, "toda una tropa de extranjeros sería incapaz de oponer resistencia a un solo galo si éste llamara a su mujer en su ayuda", según advertía el romano Ammianus Marcellinus a sus compatriotas. Esta ferocidad era alimentada por los druidas en tiempos de guerra mediante los citados sacrificios humanos, destinados a impresionar y asustar – como demuestran los cronistas griegos y latinos- a sus enemigos. Pero fueron conquistados por los romanos porque carecían de una estrategia militar, peleaban llevados por su fervor guerrero, a tal punto que tenían la costumbre de pelear sólo con sus armas, un cinturón y su torques.
Sin embargo tardaron años en derrotarlos y nunca pudieron dominarlos completamente porque mantuvieron su cultura viva, su amor a la libertad, a su tierra y sus clanes. Sentimientos que se trasmiten en el arte, los mitos y las leyendas, y de manera muy especial en la música de sus gaitas, un instrumento emblemático de estos pueblos, ya que para poder apreciarla en su plenitud hay que tocarla al aire libre. Los acantilados, ante el escenario inmenso del mar, y las altas montañas son el marco ideal para que su voz, extrañamente alegre y melancólica a la vez, resuene en los valles o en las cumbres e inunde de una dulce placidez el alma humana.
(parte1)www.almargen.com.ar/sitio/seccion/
historia/celtas1/index.html
(parte2)http://www.almargen.com.ar/sitio/
seccion/historia/celtas2/index.html
También eran muy aficionados a un juego de mesa llamado fidchell, parecido al ajedrez, aunque se jugaba con estacas. Admiraban la artesanía experta y las hazañas intelectuales –sobre todo cuando se exhibía una prodigiosa memoria-. Tenían el ideal de una sociedad heroica, pero vivieron como prósperos ganaderos y agricultores, ocupados a menudo en el robo de ganado.
En general, como principal característica de su aspecto físico, eran altos de cabellos castaños y ojos grises. La barba larga era común, al igual que los bigotes espesos y caídos. Las mujeres trenzaban sus largos cabellos y a veces lo recogían en complicados peinados, eran generalmente aficionadas en exceso a los adornos, utilizaban collares, brazaletes y pequeñas campanas que cosían en los bordes de sus túnicas. También llevaban capas con dibujos de rayas o cuadros de brillantes colores, quienes tenían mayores recursos las usaban con bordados de oro y plata. Los hombres utilizaban un collar en el cuello llamado torques, que de acuerdo al status social era de bronce, plata u oro.
Se cuidaban en su apariencia ya que la obesidad era algo repugnante para los celtas. "Tratan de no engordar ni de ponerse panzudos", escribió el griego Estrabón, "y ningún joven es perfecto si excede la longitud fijada del cinturón.
Habitaban en aldeas situadas en zonas elevadas para facilitar su defensa en caso de ataque, y se denominaron castros, que los romanos llamaron oppida u oppidum. Estos asentamientos estaban fortificados con paredes macizas de tierra, trabadas interiormente con soportes de madera, y con su parte exterior rodeada por un foso. En el interior se construían chozas adosadas a la muralla, lo cual les proporcionaba una mayor solidez. Las casas generalmente eran de forma circular y se hallaban dispuestas sin ningún orden establecido en la ciudad. Además efectuaban numerosas construcciones de carácter religioso fuera de los límites de los castros y en torno a la naturaleza, por ello vivían muy en contacto con ella. Estos monumentos eran llamados Dólmenes, Menhires, Trilitos, construidos sobre piedra, terminados sobre dos columnas y una piedra grande en forma horizontal que le daba terminación.
Eran un pueblo guerrero por naturaleza, capaces de luchar de manera muy ruda unos contra otros por un insulto o por el simple placer del combate. Las mujeres eran tan belicosas como sus maridos, "toda una tropa de extranjeros sería incapaz de oponer resistencia a un solo galo si éste llamara a su mujer en su ayuda", según advertía el romano Ammianus Marcellinus a sus compatriotas. Esta ferocidad era alimentada por los druidas en tiempos de guerra mediante los citados sacrificios humanos, destinados a impresionar y asustar – como demuestran los cronistas griegos y latinos- a sus enemigos. Pero fueron conquistados por los romanos porque carecían de una estrategia militar, peleaban llevados por su fervor guerrero, a tal punto que tenían la costumbre de pelear sólo con sus armas, un cinturón y su torques.
Sin embargo tardaron años en derrotarlos y nunca pudieron dominarlos completamente porque mantuvieron su cultura viva, su amor a la libertad, a su tierra y sus clanes. Sentimientos que se trasmiten en el arte, los mitos y las leyendas, y de manera muy especial en la música de sus gaitas, un instrumento emblemático de estos pueblos, ya que para poder apreciarla en su plenitud hay que tocarla al aire libre. Los acantilados, ante el escenario inmenso del mar, y las altas montañas son el marco ideal para que su voz, extrañamente alegre y melancólica a la vez, resuene en los valles o en las cumbres e inunde de una dulce placidez el alma humana.
(parte1)www.almargen.com.ar/sitio/seccion/
historia/celtas1/index.html
(parte2)http://www.almargen.com.ar/sitio/
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